desperté a las 9am. había soñado que estaba a punto de comerme una hamburguesa. así que al despertar dije, y si como una hamburguesa de desayuno qué tanto? y pedí por pedidos ya al mcdonalds una de estas hamburguesas gigantes con tocino cuyo nombre olvido, ignoro y me es indiferente.
me alegré despertar con hambre. significa que el apetrol está haciendo efecto.
mi refrigerador sigue vacío. las 10 clonas que me tomé anoche no hicieron nada por hacerme dormir. o eso pienso.
la primera vez que conocí la clonazepam, se llama "ravotril". consumido por ambos, mi padre y mi madre. ignoraba por qué mi papá tomaba ravotril, pero sé que mi mamá sufría atauqes de pánico por la noche y por la mañana. una vez fue la daniela a mi casa y nos metimos a revisar el baño de mi papá. encontramos viagra y ravotril. el viagra nos dio susto y lo tiramos a un lugar indefinido, pero el ravotril, dijo Daniela, te deja pa la cagá. ven dame 2mg. 20 minutos después la veo echada en cama balbuceando.
la segunda vez que conocí la clonazepam, fue en la casa de un ex-pastero que me tiré 2 veces. me regalaba marihuana y me contaba historias de cómo estuvo en la cárcel, de cómo traficaba pasta y tenía dos departamentos en lo barnechea, que toda su ropa era jordans y luego lo perdió todo. con mucho orgullo me contaba que su poleron costaba 90 lucas. y de repente, sacó una caja de clonas y se tomó una.
dijo que sintió una paz insostenible. yo sin mucho interés, dejé que siguiera en su paz y me fumé un pito.
la tercera vez que me enfrenté a la clonazepam ya tenía 22 años, o iba a cumplir 23 años. fue cuando le arrendamos la pieza a lau la prostituta ex-adicta a la ketamina. consumía clonazepam como si fueran caramelos, y claro, nos ofrecía cándidamente e insistenemente para no enclonarse sola. así que yo ahí, por primera vez, acepté la dosis de 2mg de clonazepam. el efecto era somnífero y grato, y más de de una vez volví a pedirle que me regalara una.
la cuarta vez que me enfrente a las clonas fue ya más grande, a los 23 años. había conocido a gabriela figueroa, una persona que no debió llegar a mi vida pero al llegar nos apoyamos mutuamente para sacar la segunda edición de mi revista. ella cada vez que venía a mi casa a conversar de negocios, llegaba con una plaqueta a ofrecernos a todos como si fuera un bocadillo. yo aceptaba y me tomaba una, luego de un rato dos, pero ahí dejaba de pensar y después de que la despachaba de mi casa, me iba a dormir profundamente.
la quinta vez, ese mismo año, me sentía en necesidad de tomar clonazepam. y busqué por grindr quién la vendía. un niño flaite de unos 19 años me avisó que venía a 10 lucas la plaqueta. y la angustiada de mí, aceptó y fue corriendo en bicicleta al parque forestal a cometer el intercambio. mi vida ahí, cambió para siempre. lo que antes era una, dos clonas, empezaron a ser 3, 4, 5 y 6. me tomaba 2 clonas de desayuno para trabajar, y luego empecé a tomar 5 de manera diaria. ¿dónde podía conseguir más de este magnífico compuesto?
la sexta vez que empecé a consumir compulsivamente, fue cuando conocí a Tania, la ex-amiga de lau.
ella tenía una mano de clonas a 8 lucas la plaqueta. en mi viaje a viña, le rogué que me comprara 5 plaquetas, y ella fue con la vieja entremedio de la feria, y muy discretamente le pasó las 40 lucas para comprarme 5 más. toda mi vida fue en declive.
ahora andaba enclonada para todas partes. donde iba me iba tomando de dos en dos. conocí mucha gente y perdí a la misma. en carretes ignoro cuánto consumía, y en lives de facebook llegué a tomarme 10 mientras jalaba ciclobenzaprínas, combinación que me hacía alucinar y hablar con entes que no existían.
rogaba a Dios que llegaran clonas a mi vida.
luego me internaron y la clonazepam desapareció. pero pronto después de internarme, gracias a la burocracia de la salud pública, empecé a ir a distintos psiquiatras, a mentirles que me habían recetado clonazepam, y cada vez conseguía más recetas. hice un truco para falsificarlas y comprarlas por internet asimismo compraba en vida real. y llegué a tener 15 cajas en mi poder. Dios estaba de mi lado.
pero ya no quería enclonarme. ya no quería que mi vida llegara a ese camino.
hoy aún me enclono de vez en cuando. ayer me tomé 10 y no me pasó nada. el cuerpo es sabio y sabe dónde detenerse. la resistencia mató la mano.
es fácil caer, dice la puta maraca de la sofia foster.
Qué terrible. Ojalá puedas dejar de tomar esas cosas
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