al despertar, prendo un cigarro. el amable humo me hace dormir de nuevo, relajada por mi dulce sucedáneo de la marihuana. es como que me vuelo, hay gente que no siente eso

la mayoría de la gente empieza a fumar por imitación.

estando en el colegio, ves a tus compañeros mayores o más choros fumar un cigarro aunque no les guste, a los 15 años les venden con una personalidad que yo por lo menos, nunca tuve

especialmente porque no llegué a esa edad acá en Chile

yo empecé a fumar sin ver a nadie más que a mi papá cuando chica, pues viviendo en china nunca lo vi fumar demasiado ya cuando tenía 14 años. fue cuando mi mamá se había ido de la casa, yo estaba sola

no sabía el idioma

no tenía un solo amigo en el internado en que estaba, la soledad causaba en mí un tremendo dolor de guata.

era insoportable

cosa que nunca hubiese podido hacer en chile, un día fui al super mercado chino

con mi cara infantil jamás me habrían vendido en un kiosko santiaguino

me acuerdo que fui completamente sola y compré una caja

no eran mentolados ni nada

y al salir, me senté en cuclillas, puesto que el dolor me obligaba

y lo prendí. fue milagroso. el dolor rápidamente se disipó

desde ahí que no he parado de fumar más que por pequeños periodos semanales, se acumulan los años con el cigarro en el aliento, un lindo vicio que no me molesta, nunca me he propuesto dejar de fumar

coqueteo con no más de 5 cigarros diarios de todas formas

hay gente que el cigarro lo vuela como si hubiese sido el primero, hay otros que fuman y fuman y no sienten nada

a mi por suerte me tocó el amor primerizo perpetuo de fumar, no hay vez que el cigarro halla fallado en tranquilizarme. mi amor correspondido, mi salvador de la droga y el miedo de la socialización

el pallmall click. malboro ice. kent boost

les dedico esta canción