No me acuerdo muy bien, por lo que más probable es que haya estado drogada o posterior al consumo. Pero recuerdo haber estado en su cama después de haber pasado un buen tiempo durmiendo acurrucados 4 veces a la semana. Habrán pasado unas 3 semanas después del comienzo del fenómeno hormonal, si, ahora recolectando definitivamente habré consumido algún estupefaciente durante el día para cuando llegó la hora de dormir. y yo empecé a decirle eso que me pasa a veces. como esas ganas de dejar la cagá
esa lujuria maldita que no conoce requerimiento alguno para entrar en mi mundo afectivo. Ni altos, ni morenos, ni pálidos ni negros. Como que quiero hacer algo que no debo, le dije. y previo eso le avisé que no era conveniente que pasara algo entre nosotros. sin decirle que porque lo encontraba perkin. más bien (sin mentirle) le avisaba de las posibles consecuencias de una invasión emocional a la humanidad del otro. asi como para no implicar que para mi era inviable la idea de meterme con un empollón adolescente. estaba en sus brazos a medida se lo decía. y poco a poco fui acercándome a su cara. sonriendo
yo le estaba advirtiendo, no es mi culpa que fuera un pendejo ql
ese día, a sus 19 años, había dado su primer beso con una chica que al parecer tenía novio, o quizás no, pero ya le había ofrecido tener relaciones sexuales. entonces luego que viviera su mágico momento (y por sobretodo por su propio esfuerzo) decidí que ya no era mi culpa que él no fuera el niño inocente que aparentaba, por la específica descripción de la parte anterior de este relato. me pidió que le dijera que era bonito. yo le dije, eres bonito, y le di un beso.
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